Deportes 03/02/2025
El intenso calor no frenó a los hinchas del club de Boedo que colmaron el estadio
Sólo la inagotable pasión futbolera argentina puede explicar un estadio repleto, con clima y sonido de final y un partido intenso con una temperatura que a la hora del pitazo inicial llegaba a los 37 grados y medio. Era una tarde para la playa, la pileta o el aire acondicionado en el mejor de los casos. Pero el amor a los colores y a la pelota justificó el sacrificio. Cuarenta y cinco mil hinchas de San Lorenzo y veintidós jugadores dejaron de lado su zona de confort y protagonizaron un espectáculo que, con sus más y sus menos, sobrepuso al infierno.
Con lo poco que tiene en comparación, el 0 a 0 dejó mejor parado a San Lorenzo. Compensó con orden y aplicación colectiva, la supuesta mayor jerarquía que River volcó sobre la cancha. Nunca fue menos y en el segundo tiempo, con más turbulencia que ideas claras, superó a River. Le anularon por offside un gol a los dos minutos del primer tiempo que Enzo Pérez se había hecho en contra (sólo el pecho de Braida estaba adelantado en la jugada previa) y un remate de Braida dio en el travesaño a los seis de la etapa complementaria. O sea que tranquilamente pudo haber ganado.
Además, controló bien la media cancha de River tapándole con Reali la salida a Enzo Pérez y absorbió a Borja con la marca de Romaña y Daniel Herrera. En el segundo teimpo, entró Vombergar por Cerutti para darle al equipo el poder ofensivo que le había faltado y tiró a Reali sobre la derecha para impedir las subidas de Acuña. Pero mientras la transpiración brotó a mares (en las tribunas y en la cancha), a nadie se le cayó una gota de inspiración. El esfuerzo no fue suficiente. Por eso, San Lorenzo empató.
El técnico Gallardo sorprendió en la previa. Puso tres centrales (Martínez Quarta. Pezzella y Paulo Díaz) a conducir desde el fondo y soltó por los costados a Montiel y Acuña. Pero nada le funcionó a River de ahí en adelante. Galoppo y Lanzini resultaron inexpresivos. Driussi estuvo sesenta y tres minutos en la cancha y no gravitó en ninguno y quedó dicho, Borja no ganó una pelota en toda la tarde. Un zurdazo de Lanzini que se fue alto, un cabezazo de Paulo Díaz que se estrelló en el travesaño y un derechazo de Borja que el arquero Gill mandó al córner fueron las únicas llegadas riverplatenses. Eso en el primer tiempo. En el segundo, casi que no se metió al área azulgrana.
Entraron "Nacho" Fernández, Aliendro, Colidio, Matías Rojas y Simón. Y con Aliendro por Martínez Quarta, se volvió a la línea de cuatro. Pero la fluidez siguió ausente. El 0 a 0 no le respondió ninguna pregunta a River, más bien le dejó todos los interrogantes abiertos. De nueve puntos jugados en ocho días, apenas logró cinco, Moraleja: Gallardo debe seguir ensayando. El River de los sueños todavía no se despertó.
Copyright © 2015 | La Síntesis - El primer diario digital de Saladillo