El gobierno provincial en conjunto con diferentes ONG, vienen impulsando en los últimos años una serie de programas de formación y trabajo en las cárceles para evitar la reincidencia. Lo fabricado por los reclusos se dona a hospitales y bibliotecas  o se utiliza en el  programa sanitario del gobierno para recién nacidos, Plan Qunita.

Las políticas gubernamentales se enmarcan dentro del programa "Más Trabajo, Menos Reincidencia". En ese contexto, el año pasado se instalaron cuatro polos productivos de más de 4200m cuadrados ubicados en las unidades penitenciarias 1 de Olmos, 8 de Los Hornos, 32 de Florencio Varela y 47 de San Martín. Estos polos emplean a más de 400 reclusos, que realizan tareas textiles y de carpintería.

En otras cárceles de la provincia, el gobierno trabaja en conjunto con distintas ONG.  Es el caso por ejemplo de la  de la Unidad 48 de San Martín, donde en coordinación con la organización "Corazones Abiertos", personas privadas de su libertad que trabajan en el taller de herrería, fabricaron 3 grúas y reacondicionaron una cama ortopédica para donar a un hospital pediátrico. Además, durante el año los reclusos también refaccionaron y donaron sillas de ruedas.

Por otra parte, el proyecto más abarcativo es la articulación entre el trabajo en las cárceles y el Plan Qunita Bonaerense. Mediante este programa, las madres de niños recién nacidos, reciben un kit para el cuidado y la crianza del bebé, además de la vacunación gratuita, métodos anticonceptivos post parto y controles de salud pediátricos. Los elementos del Kit de cuidado y crianza, son fabricados por presidiarios, bajo el estricto control de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) que garantiza la calidad de los productos. En este proyecto trabajan más de 600 internos e internas de cuatro cárceles bonaerenses, quienes reciben capacitación por parte del Ministerio de Trabajo y egresarán como técnicos textiles en carpintería.

Sobre esta realidad, José Ruíz Díaz, ex presidiario y referente de la rama de liberados y liberadas del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), explicó que "lo que hacemos es que alguien aprenda un oficio, tenga una disciplina laboral, lo que hacemos es que se conviertan en trabajadores. Es interesante saber este dato objetivo: el 75% de las personas que ingresaron a la cárcel no tenía empleo". Además, Ruiz Díaz, analizó la situación social en profundidad, asegurando que "260 mil niños hoy -a nivel país- tienen un referente detenido. Casi el 70% de esas personas que se encuentran privadas de su libertad tuvieron, también, un referente detenido. Hay que cortar con esa línea directiva que viene atravesando generación tras generación, es mucho más profundo de lo que se puede hablar".

Simón Franco (La Plata)