22 de diciembre de 2024

Editorial 09/05/2012

PANORAMA | YPF: EL DISCURSO “ANTI” Y LA REALIDAD

“ANTI”: La oposición al Gobierno Nacional, aún desde sectores que, en algún momento, apoyaron críticamente algunas medidas, ha sabido utilizar verdaderas muletillas en distintas ocasiones. Fue con la Ley de Medios; con la estatización de los fondos jubilatorios; con la Asignación Universal y con tantas otras concreciones. El “manotazo a la caja” alimentado, claro por algunos medios de comunicación y comunicadores, fue reiterado hasta el cansancio. Hoy, algunas de esas afirmaciones dan vergüenza ajena y muchos se sienten incapaces de “revisar” sus llamados a la “resistencia civil” al despojo kirchnerista.

Ahora apareció YPF y ya se han escuchado variadas sandeces. Una de las más reiteradas es que “la empresa sólo posee el 30 por ciento del mercado y el resto está en manos extranjeras” (¿?), desconociendo cualquier otra cuestión. La otra, en muchísimos análisis lineales, es que “los que la privatizaron ahora la nacionalizan”, una importante idiotez y una grosería en el análisis de nuestra realidad. Así se analiza linealmente a nuestra sociedad y a nuestros dirigentes o legisladores.


Y entonces es lo mismo 1992 que 2012 y nada ha pasado. Nada, entiéndase, para aquellos analistas que coinciden en esta visión. Y otros agregan a sus “verdades”, que Julio De Vido es el máximo responsable de esta situación energética y “ahora lo ponen como interventor”. Otro análisis de escasa profundidad, más allá de las responsabilidades que le quepan al Ministro de Planificación. El tema central es qué es lo que significa la aprobación de esta Ley, si se está de acuerdo o no en que es una importante medida a favor de los intereses del país u otras cuestiones profundas. Quedarse en la superficie con este tipo de análisis “baratos” es de muy baja calidad y ha exhibido nula fundamentación.


Como en cualquier trabajo de exploración, la petrolera incluida, es menester bajar desde la superficie y buscar profundidad a la hora de tratar de explicar alguna cuestión de importancia. En el caso de YPF, que tiene en sus manos esa herramienta vital, el petróleo, el tema sería llevarla por el camino que la han llevado, como empresas, mayoritariamente, en manos del Estado, tantos otros países. Siempre es una necedad oponerse por oponerse.


Utilizar conceptos como aquellos de que esto es una pantalla para “tapar problemas como los de Amado Boudou o los del tren de Once” bordean el ridículo como ha quedado demostrado en tantas oportunidades en los últimos años. Ahora bien, si este Gobierno lo único que hace es “tapar” constantemente gravísimos problemas, tan mal no le va. ¿O sí? Podría agregarse que ahora, para tapar la maléfica nacionalización del 51 por ciento de Repsol-YPF “inventó” un spot publicitario sobre Malvinas y los Juegos Olímpicos. No tienen límites.


 


EN SERIO: La observación o la investigación que cualquiera puede realizar, en este caso, uno de ellos fue el colega Tomás Lukin, indica que “la ‘petrolera’ tiene negocios con Bolivia, en el Amazonas peruano, en Angola. Hay una YPF internacional, consorcista en Guyana. Hay que, en Metrogas, cerca del 50 por ciento de las acciones es de YPF, en números globales. AESA, que se dedica a ingeniería, construcciones, servicios, operación y mantenimiento de plantas y yacimientos, es controlada por YPF en proporción decisiva. Profértil, que lidera en Sudamérica la producción de fertilizantes nitrogenados, tiene su mitad en manos de YPF. Refinor, que opera en el norte argentino y es la segunda productora de gas licuado en el país, es de YPF en el 50 por ciento. Oleoductos del Valle, una de las tuberías más importantes porque comunica la cuenca neuquina con Puerto Coronel Rosales, es de YPF en el 37 por ciento. Y le corresponde el 45 por ciento en el control de Pluspetrol, que genera la electricidad en Tucumán a más de producir petróleo en Neuquén y Mendoza, ser la principal productora de combustibles de Perú y tener presencia en Venezuela, Colombia, Argelia y Angola. En Tecpetrol, del grupo Techint, YPF tiene el 45 por ciento de las acciones. Y más el 38 por ciento en MEGA, compañía gasífera cuya operación central es la producción de etano, imprescindible para la industria petroquímica local. Y más del 30 por ciento en Terminales Marítimas Patagónicas, que recibe, almacena y despacha el crudo a los buques de las empresas operantes en el Golfo San Jorge. La lista sigue y sigue y desde ya que revela el amplio entramado de empresas en las que participa YPF, en todo el país, integrando a la cadena productiva. De modo que además de eso o, mejor, a propósito de eso, la recuperación de la empresa es una herramienta de disciplinamiento empresarial. Y es por eso que no entienden absolutamente nada quienes divagan en torno de que YPF se convirtió nada más que en el 30 por ciento de la producción petrolífera”.


Estos datos comprobables existen pero hasta ahora no se les ha dado difusión. Sería importante tenerlos en cuenta a la hora de expresarse sobre el tema.

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