Editorial 10/12/2013
UNA FECHA HISTÓRICA: diciembre se convirtió en un mes signado por hechos, muchos de ellos trágicos, en la historia reciente de nuestro país. Desde levantamientos carapintadas o similares, hasta la caída de Fernando de la Rúa con su secuela de violencia y decenas de muertes, pasando por jornadas históricas como la que se celebra hoy a 30 años de recuperación de la democracia con la asunción de Raúl Alfonsín como presidente de la Nación.
Y hoy, su hijo Ricardo, pretende la suspensión de los actos programados por la situación reinante, la actitud de las fuerzas policiales en varias provincias y los “saqueos”, también programados en este mes especial. En 30 años no se ha solucionado el grave problema que implicó la “democratización” de las fuerzas de seguridad, muchas de ellas capaces de la más absoluta connivencia con el delito organizado, durante décadas, con la anuencia y la complicidad del poder político. Los hechos que, también, muchos medios de comunicación y periodistas agitan, culpando únicamente a la situación social o a la inflación, parecen aparecer mágicamente en este mes de diciembre. No hay enero, marzo o julio que valgan. Los problemas aparecen cerca de fin de año y son casi justificados. Joaquín Morales Solá en su nota editorial del diario La Nación de la fecha expresa sus “deseos” sin tapujos: “El componente más importante del conflicto policial es la crisis social no reconocida por el gobierno nacional. La policía se subleva porque sabe, mejor que nadie, que los lazos sociales están rotos y que la responsabilidad del ciudadano es una obligación arqueológica. Sabe también que hay sectores numerosos de la sociedad que viven en la miseria, que han perdido cualquier esperanza de ascenso social y que acceder a un televisor led sería la única revolución posible en sus vidas.” Así se justifica plenamente una arbitraria decisión policial que muchos miembros de la fuerza no “justifican”. Mucho menos podrá justificarse que alguien, que algún vecino “robe” un televisor led o un cochecito de bebé. Gente que, de acuerdo a lo expresado por el periodista, pertenece a sectores sociales que “viven en la miseria” pero se trasladan en motos, autos y camionetas para robar y saquear. El Gobierno nacional y otros gobiernos, deben hacerse cargo de la ineptitud demostrada no por primera vez. Lo demostró con su reacción ante la situación planteada en Córdoba. La mezquindad política por sobre la seguridad, primero y, luego el estallido que ningún servicio de Inteligencia del Estado previó o anticipó. Y hay preocupación, claro que la hay. Quizás, en algún momento, las promesas realizadas se hagan realidad. “Venimos a cambiar la vieja política”. Y nos plantean elecciones en el PJ, un instrumento político que ya ha mostrado su ineficacia, su inoperancia y su inutilidad, las mismas que llenaron de “punteros” cuanto lugar pudieron. Muchos de esos punteros, hoy “antikirchneristas”, con seguridad, están jugando a favor de los saqueadores. Son toda una creación de la “nueva política”.
BUENOS CONCEJOS: Se habla muy poco de 2015 y se piensa mucho menos en lo que podría suceder. Hoy, para algunos podría ser política ficción y hasta se puede ingresar en ese terreno que, vale decir, se volverá realidad y tendrá que analizarse con seriedad, al menos por parte de aquellos que se precian de ser dirigentes políticos capaces de dejar de lado miradas cercanas, de muy corto plazo. Dejar la mezquindad no parece fácil ¿Qué se dijo o discutió? ¿Qué se analizó durante semanas en los corrillos de la política saladillense? La presidencia del Concejo Deliberante o del Consejo Escolar. Qué acuerdos podrían existir.
A pocas horas de la definición se puede inferir que la presidencia del Concejo Deliberante quedará en manos de la Unión Cívica Radical. No habrá acuerdo que permita a la oposición local quedarse con el sillón de la Presidencia. Tiene lógica. La presidencia del Consejo Escolar, de acuerdo a lo estipulado fue para la UCR por haber obtenido mayor cantidad de votos en su origen, en 2011.
Sin embargo sería importante e inteligente que la UCR haga saber, dejando la teoría, de su voluntad negociadora, algo a lo que no parece muy afecto, por ejemplo, el Jefe Comunal que, a la vez, envió aumento de Tasas y Presupuesto antes de que cambie la conformación del Concejo Deliberante más allá de conversaciones formales e informales con dirigentes opositores.
La UCR debería ceder algo. Comprender acabadamente el último resultado electoral. Mejorar la estructura del HCD, utilización del Presupuesto (que no se utiliza) para dotar a las bancadas de Secretario administrativo y mejoras tecnológicas acordes a las necesidades, por ejemplo. Hasta podría haber negociado en el Consejo Escolar y reconocer, en general, que la última elección cambió el mapa y que los próximos años serán peores. De no arribar a acuerdos, hoy, se lo harán saber en 2015 cuando la situación empeorará aún más. Sólo teniendo presente el actual panorama.
La UCR renueva dentro de dos años cinco concejales. A saber Vladimir Wuiovich; Carlos Deschamps; Julieta Roca; Alejandra Lordén y Viviana Rodríguez. Analía Maidana del Frente Renovador y Roberto Rinaldi, de Conciencia Peronista, también deben dejar sus bancas. Ingresarán ocho concejales. ¿Cómo no pensar hoy que dentro de dos años la bancada del Frente para la Victoria obtendrá 2 concejales más como mínimo para llegar a 5; que la bancada del Frente Renovador obtendrá dos concejales, como mínimo, para llegar también a 5. Y se renovarán los tres Consejeros Escolares del radicalismo. Aún triunfando en las elecciones, el oficialismo gobernante está perdiendo en la línea de largada. ¿Será inteligente negociar o tratar de llevarse todo puesto hoy? ¿Es esto política ficción? Más allá de lo que suceda esta noche, nace una nueva conformación en el HCD. Esa fue la decisión de la voluntad popular. La misma que festejamos desde hace 30 años. Pese a los empeñosos que siguen agazapados y dispuestos a volver atrás. Por eso es importante, hoy también, ocupar los espacios que la democracia brinda. Ocupar las calles. Es ganarle la calle con “nueva política” a quienes no sólo pretenden saquear supermercados, pequeños comercios o casas particulares. Es ganarles a los “saqueadores” de expectativas y esperanzas. A los “saqueadores”, con y sin uniforme. A los “saqueadores” de sueños.
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