Todos los años, entre el 12 de julio y el 23 de agosto se produce la lluvia de meteoros de las Delta Acuáridas, que este año tendrá su pico máximo de observación en la noche del 30 al 31 de julio. Además, para agregarle emoción a la jornada de observación, este 2024 año el fenómeno coincidirá con la lluvia de meteoros Alfa Capricórnidas, que se extenderá hasta el 15 de agosto.

Según la NASA, las Delta Acuáridas se pueden observar mejor en el hemisferio sur. También son visibles en el hemisferio norte, aunque con una tasa de actividad algo más baja, pero este año, como su pico se dará después del cuarto menguante, se podrán observar unos 15 o 20 meteoros por hora a partir de la medianoche y hasta el amanecer.

A ese espectáculo se sumarán las fugaces de la lluvia de Alfa Capricórnidas, que se estima producirá alrededor de cinco meteoros por hora. La coincidencia de los fenómenos se explica por el pasaje casi simultáneo de los dos cometas que las originan: el cometa 96P/Machholz, en el caso de las Delta Acuáridas y el cometa 169P/NEAT en el de las Alfa Capricórnidas.

Las lluvias de meteoros se producen cuando la tierra se cruza con el desplazamiento orbital de un cometa, porque esa órbita está llena de partículas de la cola del cometa, que ingresan en la atmósfera a una gran velocidad calcinándose por la fricción con el aire y creando el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz.

Desde la NASA destacan que no es necesaria ninguna preparación especial para ver el fenómeno. Cualquier espacio que permita ver el cielo oscuro es apto para disfrutar de esta doble lluvia. Además, recomiendan que no se utilicen elementos ópticos, ya que en lugar de garantizar una visión más nítida, estas herramientas pueden terminar por limitar el campo visible.

Dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras del cielo, en la dirección contraria a la luna, es la mejor estrategia para los expertos, que también aconsejan intentar recostarse para realizar la observación y simplemente esperar que la vista se acostumbre a la oscuridad. (La Nación)