18 de mayo de 2024

Editorial 31/07/2013

Del Centenario sin democracia al Sesquicentenario en democracia

Nota publicada en la edici贸n aniversario del diario regional La Ma帽ana.

Cuando Saladillo cumpl铆a 119 a帽os, llegu茅 a esta ciudad. La madrugada lluviosa del 2 de agosto de 1982. Un lugar, para m铆, desconocido del interior de la provincia de Buenos Aires. Y pasaron 31 a帽os, algo m谩s de la mitad de mi vida, desde que este es mi lugar.
Saladillense por adopci贸n, aqu铆 me qued茅. Junto a Saladillo y sus vicisitudes. Para compartir tantos a帽os, tantas penas y alegr铆as. Conocer tantas personas.
Errar y acertar. Agradecer la posibilidad de crecer. Saladillo se va metiendo dentro aunque quede tanto por descubrir de su interior, de su gente.
Y, realmente, no dan ganas de irse, se extra帽a.
Se extra帽a este silencio, el que hace que alg煤n visitante capitalino o de gran ciudad se sienta perdido en La Raz贸n o en 脕lvarez de Toledo, extra帽ando, a la vez los ruidos, los sonidos constantes del cemento puro, de grandes m谩quinas.
Y Saladillo ha crecido en mi presencia.
Uno recuerda la visi贸n que se ten铆a al llegar, desde la ruta nacional 205, la c煤pula de la Iglesia Nuestra Se帽ora de la Asunci贸n y las luces callejeras en la vista nocturna. La ciudad, la de ese lado de afuera, bordeaba la rotonda de la avenida Ib谩帽ez Frocham y un poco m谩s. La de ese lado, la de atr谩s de la Ruta, sigue postergada. El Barrio 31 de julio sigue postergado, este 31 de julio.
Y hacia ese lado de la ciudad, pero bordeando la cinta asf谩ltica, han crecido las instalaciones de grandes galpones, f谩bricas y una diversificada actividad.
En aquel 1982 la democracia se acercaba tras la derrota en una guerra de profundos dolores que a煤n no han cicatrizado.
La Dictadura que sembr贸 desolaci贸n y muerte se terminaba para dejar paso a la Democracia.
Detr谩s de m铆 vino la familia, mis padres y hermana. Y vinieron hijos y nietos saladillenses de pura cepa.
Saladillo, con su debe y su haber, creci贸. Acompa帽贸 distintos procesos sociales, econ贸micos y pol铆ticos. Disfrut贸 y aprovech贸 las ventajas comparativas con las que cuenta y no cuentan ciudades vecinas de la regi贸n.
Hoy se proclama que 聯Saladillo es el lugar donde los sue帽os se hacen realidad聰 y es un eslogan.
Hay quienes so帽aron un Saladillo grande y tantos que lo postergaron.
Hay quienes postergaron sue帽os y en ello se le fue la vida.
Hay quienes no disponen siquiera de tiempo para so帽ar.
De todos se nutre este sesquicentenario.
Hubo quienes sentaron las bases de esta realidad.
Y Saladillo creci贸. Dentro de este sistema democr谩tico, como nunca antes. Ciencia, tecnolog铆a y educaci贸n. Fen贸menos socio-pol铆ticos que se fueron fundiendo para fortalecernos.
La ciudad avanz贸 con quienes, a lo largo del tiempo, han colaborado activamente y aportado a este Saladillo tan distinto al de aquel centenario.
Porque aquel 31 de julio de 1963 no s贸lo fue el centenario de Saladillo. C贸mo no recordar aquel tiempo pol铆tico de ruptura del orden constitucional y sin democracia porque as铆 se vivi贸 el festejo de los cien a帽os de esta ciudad. No hab铆a Intendente sino comisionado y en aquella fecha era Guillermo Bruno Hang (El 12 de octubre de ese a帽o asumi贸 como intendente, el electo Valerio de Iraola)
Cuenta la historia que 聯la Uni贸n C铆vica Radical se dividi贸 en dos, seg煤n la postura que cada sector asum铆a frente al peronismo, rechazando (radicales intransigentes) o aceptando (radicales del pueblo) su proscripci贸n. En 1961, el presidente Arturo Frondizi (radical intransigente) legaliz贸 al peronismo, que triunf贸 ampliamente en las elecciones a gobernador del 18 de marzo de 1962. Once d铆as despu茅s el Presidente Frondizi (hab铆a asumido en 1958) fue derrocado y detenido por el golpe del 29 de marzo de 1962, que result贸 en la toma del poder por parte de Jos茅 Mar铆a Guido (Vicepresidente del Senado) con apoyo militar en momentos en que se enfrentaban azules y colorados. Guido anul贸 las elecciones, volvi贸 a proscribir al peronismo, disolvi贸 el Congreso y convoc贸 a nuevas elecciones limitadas y controladas por los militares. Illia hab铆a resultado electo gobernador de C贸rdoba en esas elecciones, pero no lleg贸 a asumir debido al golpe.
En ese momento y con el peronismo proscripto se convocaron las elecciones del 7 de julio de 1963 en las que result贸 electo Arturo Umberto Illia con muy bajo respaldo electoral. Participaron varias decenas de partidos, pero hubo 21% de votos en blanco como consecuencia de la forzada abstenci贸n del peronismo. Se habl贸, entonces, de una carta de Per贸n fechada el 1 de julio en la que ordenaba a sus seguidores tomar esa actitud.
La UCRP (Uni贸n C铆vica Radical del Pueblo) obtuvo el mayor n煤mero de votos, pero 茅stos eran s贸lo el 25% del total; la UCRI (Uni贸n C铆vica Radical Intransigente) result贸 tercera con 16% y el 40% restante se distribuy贸 entre 47 partidos menores (conservadores, socialistas, partidos provinciales de origen radical y grupos marginales de derecha e izquierda).
En el Colegio Electoral, la f贸rmula encabezada por Arturo Illia obtuvo 270 votos sobre 476 electores el 31 de julio de 1963 y asumi贸 el 12 de octubre de ese a帽o.聰
Fue ese mismo 31 de julio de 1963.
Los tiempos han cambiado y los 煤ltimos 50 a帽os fueron pr贸digos en sucesos.
Es el pasado reciente que tambi茅n envuelve a Saladillo, con guerra perdida y mundiales ganados; con tanto sol y la cola de un tornado; con helic贸pteros que parecen despegar y trenes que nunca llegan a mejorar; con los 煤ltimos 30 a帽os de gobierno monocolor, a favor de la voluntad popular; con todas las expectativas y todas las ganas; con el recuerdo de quienes dejaron la posta.
Todo se funde en an茅cdotas, recuerdos v铆vidos y pura realidad.
Y en lo personal, un profundo agradecimiento a esta ciudad y su gente.
Aqu铆 no hay magia ni seres providenciales. S贸lo seres humanos capaces de 聯pelear聰 todos los d铆as para encontrar espacios superadores. Con problemas, con pesares, con alegr铆as pero con la posibilidad de expresarse libremente.
Lo que en el centenario se enmarc贸 en una etapa pol铆tica agitada por los fantasmas de la antidemocracia en este sesquicentenario se ha convertido en plena etapa preelectoral con otros matices. Y hay lugar para la fiesta. Hay lugar para el disenso. Y deber铆a existir un espacio a煤n m谩s amplio para que el debate se eleve. Para que se pueda aprovechar este momento y ubicar las diferencias en el lugar exacto. Que no es el de la baratija o la chicana. Es el de la racionalidad y la ubicuidad. Las ideolog铆as, afortunadamente, no han sido sepultadas. Est谩n all铆 para remarcar las discrepancias sin violencia y sin odio. Lo que permita que la comunidad comprenda, otra vez, de qu茅 se trata. Y, entre todo ello, queda lugar para la fiesta.
C贸mo no festejar, entonces, este sesquicentenario en democracia y con sobradas motivaciones para pensar y repensar nuestro futuro.

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