18 de mayo de 2024

Editorial 18/01/2022

Dejar de crecer por diez a帽os

Opoini贸n

El economista Ricardo Aronskind advierte en esta nota sobre la grave situaci贸n que el gobierno ha expuesto en relaci贸n a las negociaciones con el FMI, que plantean una seria encrucijada hist贸rica. Aronskind sostiene que aquellos que tienen consciencia de esta dram谩tica situaci贸n tienen que empezar a actuar, dejando de lado la concepci贸n del partido demo-liberal burgu茅s desentendido de la tarea pol铆tica profunda.

Hace a煤n pocos d铆as, el 5 de enero, el Presidente de la Naci贸n y su Ministro de Econom铆a convocaron a una reuni贸n a todos los gobernadores del pa铆s, sin distinciones partidarias.

No se trat贸 de alguna inauguraci贸n que habilitara la congratulaci贸n mutua, o del anuncio de alguna "buena noticia" de inter茅s general. Ni tampoco un decorativo evento diplom谩tico internacional.

Lo novedoso de este muy importante encuentro es que se trataba, ni m谩s ni menos, que de poner al tanto al pa铆s sobre el estado de las cr铆ticas negociaciones con el FMI. La actividad, adem谩s, fue transmitida en vivo por diversas redes de comunicaci贸n.

Es decir, existi贸 la voluntad del gobierno de exponer frente a toda la ciudadan铆a, una situaci贸n que dista de ser feliz, arm贸nica o alentadora, y que tiene una enorme importancia para el futuro del pa铆s. Exponer el conflicto fue, sin duda, una decisi贸n pol铆tica.

Sin embargo, no asistieron los gobernadores que pertenecen a Juntos por el Cambio, que se autoexcluyeron. El boicot de la derecha pol铆tica se entiende en el marco de la minimizaci贸n que hace del endeudamiento que provoc贸 y del da帽o que 茅ste le provoca al desarrollo del pa铆s. En t茅rminos hist贸ricos, es la derecha argentina la que gener贸 este ciclo largo de endeudamiento y dependencia financiera, que renueva en cada gesti贸n presidencial que realiza.

Lamentablemente no se us贸 la cadena nacional para darle todav铆a m谩s fuerza pol铆tica al evento. El gobierno, en ese aspecto, se mantuvo fiel a su estilo "moderado", y no le dio la importancia comunicacional central que tiene un conflicto que puede determinar el destino de la actual gesti贸n.

Desde el punto de vista democr谩tico no formal sino sustancial, representa un paso significativo en darle participaci贸n, al menos en materia informativa, al pueblo sobre decisiones que lo afectar谩n severamente. Estamos a煤n lej铆simo de contar con un pueblo bien informado y bien preparado para analizar las consecuencias de las decisiones pol铆ticas y econ贸micas. Pero no es frecuente, en nuestra historia, que se le ofrezcan elementos significativos para que pueda empezar a posicionarse activamente frente a su propia realidad.

"Sendero fiscal"

La exposici贸n que realiz贸 el ministro Guzm谩n fue sumamente clara, y planteada en t茅rminos comprensibles para gente medianamente informada. Realiz贸 diversas consideraciones que le dieron marco al mensaje central, entre las que mostr贸 que el FMI no hab铆a accedido a los pedidos argentinos de prolongaci贸n del plazo y de reducci贸n de los intereses.

Cabe deducir de lo dicho por el Ministro que si bien el organismo internacional ha admitido recientemente que el enorme pr茅stamo (injustificable en t茅rminos estatutarios del propio Fondo) hab铆a fracasado en sus objetivos, sigue sin tomar en cuenta la irregularidad institucional, la magnitud ins贸lita del pr茅stamo, as铆 como tampoco el actual contexto mundial de pandemia y crisis econ贸mica.

El FMI ha vuelto a actuar nuevamente en el caso argentino -despu茅s de un breve per铆odo de flexibilizaci贸n discursiva producto del miedo a la desestabilizaci贸n econ贸mica y social que gener贸 la pandemia del COVID en los pa铆ses centrales- como un aut贸mata ajustador sin capacidad de realizar an谩lisis econ贸micos serios, ni evaluar las consecuencias sociales y pol铆ticas de sus pretensiones.

Guzm谩n centr贸 los puntos de discrepancia con el organismo internacional en el "sendero fiscal", figura que representa el ritmo en que el Estado Nacional ir谩 arribando a una situaci贸n de equilibrio fiscal (驴en cu谩nto tiempo?, 驴de qu茅 forma?)

El "equilibrio fiscal" implica que el estado argentino se ponga en condiciones de recaudar lo necesario para comprar los d贸lares con que pagar谩 los compromisos externos. Para el fondo, ese equilibrio se logra recortando gastos, no aumentando ingresos del fisco. El recorte del gasto p煤blico, seg煤n la mirada fondomonetarista, es doblemente beneficioso: por un lado genera recesi贸n interna, con lo cual caen las importaciones, lo que permite que el pa铆s ahorre m谩s d贸lares para pagar a sus acreedores, y permite que lo recaudado no se "desperdicie" en promover producci贸n y empleo, sino en comprar los d贸lares al sector privado para pagar los compromisos externos.

Recordemos que dada la gigantesca deuda de corto plazo generada por el macrismo, se le exige a nuestro estado que est茅 en condiciones de afrontar los pagos de la deuda -tambi茅n provincial y hasta municipal- no s贸lo con el FMI, sino con otros organismos internacionales (Banco Mundial, BID, Club de Par铆s, etc.), y tambi茅n con los grandes acreedores privados, que son b谩sicamente grandes fondos de inversi贸n del norte. A esa enorme suma a vencer pr贸ximamente, hay que agregarle los 80.000 millones de la deuda privada acumulada por grandes corporaciones que operan en nuestro pa铆s, y que tambi茅n requerir谩n d贸lares para pagar sus compromisos externos.

Se ha configurado un cronograma de vencimientos externos tan abultados  que muestra una muy elevada probabilidad de que Argentina entre en default en los pr贸ximos a帽os, cuando se terminen los "a帽os de gracia" de la deuda con los privados y con el FMI.

Guzm谩n lo expuso con claridad: El gobierno argentino plantea compatibilizar la meta del equilibrio fiscal con la del crecimiento econ贸mico, o sea, proteger la continuidad de la actual reactivaci贸n en marcha, mientras que el FMI plantea avanzar r谩pidamente hacia el equilibrio fiscal -con todas las medidas complementarias para lograrlo-, lo que ahogar铆a ya mismo la reactivaci贸n, congelar铆a la situaci贸n social en su actual estado de extendida precariedad, y transformar铆a al Estado nacional b谩sicamente en una aspiradora de recursos cuyo 煤nico fin es juntar d贸lares para enviarlos al exterior.

Cabe recordar que en la anterior ocasi贸n en la que un gobierno -que pretend铆a ser progresista- decidi贸 acordar con el FMI (1984, Alfons铆n), no se le explic贸 a la poblaci贸n lo que se estaba haciendo, se retir贸 el tema de la deuda externa del debate p煤blico y se prefiri贸 cambiar la agenda de temas econ贸micos relevantes, aline谩ndola discursivamente con los requerimientos del acuerdo con el organismo internacional. Es una advertencia: Si la deuda se dejara de discutir es porque ganaron los acreedores externos y sus socios locales.

Pero vale la pena resaltar el punto principal: El gobierno nacional le est谩 diciendo a todo aquel que quiera enterarse que las negociaciones con el FMI no est谩n bien, y que ese organismo, con respaldo de los Estados Unidos, est谩 pidiendo que los argentinos posterguen, tal vez por una d茅cada, sus aspiraciones de mejora econ贸mica.

驴Se aprovech贸 esta oportunidad para generar un gran debate?

Es entendible que la derecha quiera minimizar la cuesti贸n. Toda su propaganda apunta a echarle la culpa al gobierno, a Alberto, al kirchnerismo, al peronismo, de que las cosas est茅n mal. No hay ning煤n an谩lisis econ贸mico detr谩s. No hay historia, porque no los absolver铆a. No hay mundo, porque ah铆 est谩n sus amigos Trump y Lagarde. No hay pandemia, que s贸lo ocurre aqu铆. Hay puro ejercicio de la mentira dise帽ada con fines pol铆ticos, usando la gran m谩quina publicitaria con la que cuentan y la ignorancia a prueba de balas de su p煤blico fanatizado.

La deuda externa no existe, el sometimiento a trav茅s de las finanzas no existe, el mundo es bueno pero los argentinos son malos. Su aparato pol铆tico hace maniobras de confusi贸n, con supuestas argumentaciones "t茅cnicas" para disimular su posici贸n ajustadora. Adem谩s, han pedido que el gobierno les certifique que lo que pide el FMI sea efectivamente as铆. Juntos por el Cambio pone en duda lo que el Ministro Guzm谩n ha planteado, y est谩 requiriendo pruebas de que lo que se relata es lo que ocurre realmente. No quieren depender de la versi贸n oficial, de la que desconf铆an. Es que quieren respaldar realmente al FMI, y no a una versi贸n "distorsionada por los K".

No cabe duda alguna de que la formaci贸n ideol贸gica y los v铆nculos internacionales de Juntos los lleva a adherir incondicionalmente a las exigencias econ贸micas del FMI y a las exigencias pol铆ticas de alineamiento internacional de los Estados Unidos, y rechazar las metas de mejora distributiva que plantea el gobierno actual. Pero hay algo pol铆ticamente m谩s bastardo en este posicionamiento de JxC: Lograr a trav茅s de diferentes acciones que el gobierno actual se hunda aplicando las recetas econ贸micas que ellos favorecen, as铆 vuelven a ocupar el Estado y proceden a una etapa superior de entrega y vaciamiento.

Pero lo que S脥 sorprende es el comportamiento del gran espacio nacional y popular, que no ha visto en este notable acontecimiento de apertura de informaci贸n relevante, una extraordinaria oportunidad para abrir un gran debate nacional sobre el rumbo del pa铆s, sobre por qu茅 estamos as铆, y qu茅 podemos hacer para evitar ser sometidos por organismos internacionales, grandes potencias (Estados Unidos y la Uni贸n Europea) y sus socios locales, a una situaci贸n de penuria permanente, sin horizonte de progreso.

El contexto en el que discurrimos es que una parte significativa de la sociedad argentina sigue sin enterarse de lo que pas贸 con la deuda, ni entender qu茅 est谩 pasando y qu茅 se est谩 negociando, y mucho menos a煤n vislumbrar la complejidad de lo que se est谩 jugando a futuro para su propia vida.

Y lo que se llama Frente de Todos, salvo honrosas excepciones, no est谩 haciendo nada importante como tal para que crezca la consciencia colectiva del problema. Se comporta como lo que Per贸n descalificaba como "partido demo-liberal burgu茅s", o sea, como esos aparatos partidarios llenos de pol铆ticos profesionales, que una vez que obtienen el voto, se desentienden de la tarea pol铆tica profunda para ce帽irse a la tarea parlamentaria, las negociaciones de oficina, o la participaci贸n comunicacional que determinen los medios del r茅gimen.

Se帽alamos en otras oportunidades que el estado de desmovilizaci贸n lleva mucho tiempo y que no parecen existir iniciativas serias para poner en pie una organizaci贸n que movilice las enormes energ铆as y recursos humanos que tiene el espacio nacional y popular. M谩s all谩 del lamento cansador sobre las capacidades comunicacionales del enemigo, no surgen iniciativas importantes ni de organizaci贸n, ni de movilizaci贸n, ni de fortalecimiento, ni de contestaci贸n al discurso miserable de la derecha.

Se debe reconocer que el Presidente Fern谩ndez, que ha rechazado la confrontaci贸n e incluso la mera alusi贸n a la existencia del conflicto social o pol铆tico, ha estado muy osado en esta apertura p煤blica de la informaci贸n.

Si bien no ha expuesto todo, ha puesto cartas muy importantes sobre la mesa, que deber铆an disparar una andanada de definiciones, de debates y de formulaci贸n de escenarios posibles para las fuerzas populares.

Evidentemente, el Presidente ha percibido que las fuertes presiones norteamericanas v铆a FMI no son casuales, que apuntan a doblegar el alineamiento externo argentino, y ha entendido que las medidas que se le exigen a su gobierno van a comprometer la propia estabilidad de las autoridades nacionales.

La crisis nacional es profunda, pero no irreversible:

Esta situaci贸n con el FMI constituye una inmejorable oportunidad para un gran debate nacional... 驴A d贸nde estamos yendo? 驴Qu茅 queremos que sea la Argentina? 驴Por qu茅 estamos as铆? 驴Ante las presiones del sistema de poder global, s贸lo queda subordinarse? 驴Y si NO, cu谩les son los caminos a seguir?

Pens茅 que deber铆a usar la frase UN GRAN DEBATE NACIONAL, pero me doy cuenta que recurrir a expresiones prefabricadas tiene hoy varios problemas.

En principio porque hace rato que no se debate en serio en nuestro pa铆s.

No s贸lo con la derecha cipaya local, que est谩 alineada geopol铆ticamente y no est谩 dispuesta a debatir, fiel a su historia antidemocr谩tica.

Tampoco hay debate serio en las diversas fuerzas que componen el Frente de Todos.

Parece que las ideas, las visiones de pa铆s, las propuestas concretas en todos los terrenos, no tienen mucha importancia. Se discuten personas, que encarnar铆an ideas, pero esa es una lectura parcial de la historia del propio peronismo.

Per贸n, sin duda, fue una figura personalmente formidable. Pero no era una personalidad carism谩tica y vac铆a: Rebosaba de ideas sobre lo que hab铆a que hacer con el pa铆s, sobre la configuraci贸n del poder internacional, sobre la cultura, las mentalidades, los comportamientos de los actores sociales, etc. etc. Per贸n, sin ideas, no hubiera ocupado jam谩s el lugar que ocup贸 en la historia nacional.

Y a pesar de toda su dimensi贸n, hubo otras grandes figuras de la pol铆tica y del pensamiento argentino que debatieron con 茅l, no sobre los objetivos nacionales, sino sobre los m茅todos para lograrlos.

El espacio que pretende continuarlo, en cambio, parece carente de ideas importantes, y sobre todo, completamente reacio a abrir el debate sobre qu茅 hacer en este momento crucial de la Patria. A lo sumo, recurre a la idea de resistir... resistir... resistir, en una especie de hilo de resistencias interminables sobre una partitura hist贸rica que ejecuta, implacablemente, la derecha local.

El campo nacional y popular parece haber extraviado la voluntad de poder y de cambio estructural que s铆 muestra permanentemente la derecha local, de la mano de sus socios mayores del norte.

La otra palabra que cuesta pronunciar es la palabra NACIONAL.

驴Qu茅 es lo nacional a esta altura de la neo-colonizaci贸n latinoamericana? 驴Qui茅nes encarnan esa lucha por la Naci贸n, cu谩les son sus objetivos? 驴Tiene sentido hoy esa lucha, o ser谩 mejor que con lo que queda de Argentina, las multinacionales hagan algo, a ver qu茅 sale?

La derecha local tiene una ventaja: ya ha decidido. Sus dos ejes ordenadores son las pol铆ticas definidas por los norteamericanos, y la acumulaci贸n de capital sin importar qu茅 ocurra con los humanos que habitan el territorio argentino. Ese es el marco de la lucha que todos los d铆as tiene frente a s铆 el actual gobierno para conducir el pa铆s, contra la rapacidad salvaje de los actores econ贸micos locales.

El espacio nacional, en cambio, no sabe c贸mo pararse frente a las fuerzas enormes de la globalizaci贸n, frente a los socios locales de ese proceso en el que tanto hemos retrocedido, y frente a su propio gobierno, muy ambiguo sobre los caminos a seguir. Las bases se encuentran sin indicaciones ni orientaciones claras. Todo es confusi贸n.

Pero volvemos al punto inicial: El gobierno nos ha dicho muy claramente que estamos frente a una seria encrucijada hist贸rica. Casi la ha descripto, aunque sin subrayar su dramatismo.

Pero lo ha dicho.

Quienes S脥 tienen consciencia de los senderos que se bifurcan, de las implicancias hist贸ricas de los caminos a seguir, quienes conservan a煤n el anhelo de Naci贸n soberana y de un pa铆s integrado, tienen que empezar a actuar.

Por Ricardo Aronskind*

(para La Tecl@ E帽e)

Buenos Aires, 17 de enero de 2022.

*Economista y magister en Relaciones Internacionales, investigador docente en la Universidad Nacional de General Sarmiento.

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