Cronología del asesinato de Ramón Ginés Cardoso, un caso que resonará en la historia criminal de Bolívar

Le robaron, lo mataron de al menos dos tiros y lo incineraron adentro de un barril en el basurero municipal.

Por Marcos Lede Mendoza | Presente Noticias

El crimen de Ramón Ginés Cardoso estremece a la comunidad de Bolívar que ve con estupor un suceso que le es atípico. En primer lugar, por la edad de los sindicados como homicidas y luego por el estremecedor desenlace que buscó esconder el asesinato. A partir del accionar judicial y policial, sumado al factor familiar de los imputados, se logró esclarecer el hecho entre la mañana y la tarde del jueves.

En una de sus recorridas habituales durante las primeras horas de la madrugada, un móvil del Comando de Prevención Rural (CPR) con oficiales a bordo halló en una de las calles de tierra paralelas a la Ruta Nacional 226, altura ex Granja Modelo, un batán junto a un caballo y algunos objetos, sin ocupantes. También un ternero maniatado y varios cuartos de otro, presumiblemente matado horas antes.

Frente a esa escena comenzó una investigación orientada hacia el delito de abigeato y/o robo en zona rural, por lo que el primer paso de las autoridades fue intentar identificar al propietario de lo hallado, Ramón Cardoso. Sin embargo, al momento de acudir a él los agentes de la policía no lo encontraron en su casa ubicada en el campo "La Inés", en la zona de Cuartel I.

Al momento de recabar testimonios, un hombre que posee una chacra a no más de cuatrocientos o quinientos metros de donde se halló el batán con el caballo y varios objetos contó a las autoridades que había visto a dos sujetos en horas de la noche, circulando en batán.

Cardoso desaparecido, sus pertenencias tiradas a varios kilómetros de su vivienda y testimonios que indicaban que dos sujetos -se precisó que eran jóvenes- circulaban en su batán. En ese marco, la fiscal de Bolívar, Julia María Sebastián, decidió colaborar con la fiscalía con temática en delitos rurales que instruye la investigación y convocó a la Policía Científica para dar inicio a una serie de peritajes focalizados en el predio donde vivía el hombre de 60 años.

En los alrededores de la casa se hallaron manchas hemáticas y una vaina perteneciente a un arma de fuego calibre 22 que cayó debajo de una carretilla, al costado de la puerta de ingreso a la vivienda. La cocina se observó revuelta y se habían sustraído elementos, varios de ellos encontrados donde el batán. Además, otra vaina fue hallada en el interior, lo que planteó una escena del crimen con al menos dos disparos efectuados.

Ya en horas de la tarde, con la investigación en marcha y frente a un inminente allanamiento por parte de la policía, los sospechosos se presentaron en la Comisaría (uno de ellos, de 16 años, acompañado de sus padres) y entregaron el arma. Según indicó la Dra. Sebastián a este medio, se constató la pertenencia a ese ejemplar de las vanias encontradas en La Inés.

Hasta ese entonces las fuerzas de seguridad, junto con Bomberos Voluntarios y Defensa Civil rastrillaron los alrededores del campo como así también dos lugares en los que se encontraron objetos robados que pertenecían a Cardoso para intentar dar con él o con su cuerpo. Mientras tanto, en la Comisaría los padres declararon que el cadáver de Cardoso fue llevado al basurero municipal, a metros del ex matadero.

Entrada la noche, sobre el primer ingreso al basurero municipal por calle César Pasquali (en dirección a la Ruta Nacional 226) oficiales de todas las dependencias policiales de la ciudad comenzaron una búsqueda con luces led y hallaron un barril de miel que echaba humo. Al ver dentro el cuerpo de Cardoso calcinado, se estableció rápidamente un perímetro y se custodió al escena hasta la llegada de los oficiales de la Científica, que permanecían en La Inés realizando sus últimos peritajes acompañados por la fiscal, la cúpula de las fuerzas de seguridad y el intendente municipal, Marcos Pisano.

Tras arduas tareas para extraer el cadáver del barril, que debieron realizarla Bomberos Voluntarios con herramientas especializadas, se logró el cometido y fue llevado a la morgue del hospital Miguel Capredoni en una camioneta con la identificación del Servicio de Sepelios de la Cooperativa Eléctrica.

Asesinato y ocultamiento

De acuerdo a la principal hipótesis, los dos sospechosos de 16 y 20 años dieron muerte a Cardoso en su domicilio de al menos dos tiros en el marco de otro delito, el robo. Además de los dos terneros (el faenado y el maniatado), y los objetos hallados junto al batán, la Dra. Sebastián dio cuenta de otra serie de pertenencias del hombre de 60 años que estaban preparadas para ser retiradas del establecimiento. 

En cuanto a la huida de los presuntos homicidas, se estima que dejaron el batán una vez que incineraron en el basurero el cuerpo de Cardoso en la calle paralela a la Ruta Nacional 226, con el caballo y las demás cosas. Lo que podría ser aclarado en la indagatoria de los imputados es si luego del basurero volvieron al campo a seguir sustrayendo pertenencias y cuál fue el motivo por el cuál dejaron el batán en el camino de tierra.

Antecedentes

Según pudo saber PRESENTE, ambos imputados presentaban antecedentes. En el caso del menor, se trata de conflictos mantenidos con otros menores, mientras que el joven de 20 años figura en una causa que instruye la fiscla Sebastián vinculada a un violento robo en una vivienda a la vera de la ruta 226.

En el marco de esa investigación, la letrada había solicitado a la jueza de Garantías, Fabiana San Román, la detención del joven pero no le fue otorgada. En palabras de Sebastián, el ahora sindicado como asesino de Ramón Ginés Cardoso "aparecía vinculado con otras personas a los fines de cometer hechos ilícitos y se jactaba de la violencia en la ejecución de los mismos".

Con respecto al móvil del robo y asesinato, se mencionó en los primeros testimonios recabados por la Fiscalía que Cardoso podría haber cobrado una indemnización y que eso llegó a oídos de sus victimarios. No obstante, hasta el momento los investigadores sólo pudieron dar cuenta de que se trató de la sustracción de objetos tales como garrafas, un grupo electrógeno, entre otros, además de los animales bovinos.