Locales 13/02/2025
De Carlos Antonio Gorosito
"Julio Cortázar no nació mi murió en suelo Argentino, pero es tan Argentino como cada rincón de nuestra Patria. Se enrolo en Saladillo y en sus obras recuerda a nuestra ciudad. Sus libros, sus escritos, la literatura: hicieron finalmente universal e inmortal a Julio Florencio Cortázar. Saladillo lo ha honrado imponiendo su nombre a una Plaza". Carlos Antonio Gorosito.
"Julio Florencio Cortázar nació el 26 de agosto 1914 en Ixelles (Bélgica), país donde su padre se desempeñaba como funcionario diplomático de la Embajada Argentina,donde se desempeño como agregado comercial. Cuando Cortázar tenía 4 años, luego de haber pasado por Suiza, sus padres regresaron a la Argentina y se instalaron en Banfield. Voy a omitir demás datos biográficos del gran escritor. Mariana Pacheco Directora de contenidos de EL Historiador sobre Cortázar: "Su formación, como maestro normal y profesor en Letras, pronto le brindó la oportunidad de recorrer el interior, trabajando de maestro rural en diversos pueblos: Bolívar, Saladillo, Chivilcoy fueron algunos de los lugares que dejaron su huella. " Ciertamente Cortázar estuvo en nuestra ciudad y se enroló en Saladillo en el Distinto Militar 21, el 1 de marzo de 1934 para cumplir con el servicio militar, se desempeñó como soldado oficinista. Hoy se cumplen 41 años de su muerte, fue en París, donde residía. Es justo es recordarlo, y nada mejor para recordarlo, que invitar a abrevar en las páginas de su "Rayuela", "Los premios", "Historia de Cronopios y de Famas", "Las armas secretas", "Todos los fuegos el fuego", "La vuelta al día en ochenta mundos" y "Último round", entre tantas de sus obras y especialmente su libro Un Tal Lucas donde en "Lucas, su patriotismo", nombra a Saladillo: "De mi pasaporte me gustan las páginas de las renovaciones y los sellos de visados redondos / triangulares / verdes / cuadrados / negros / ovalados / rojos; de mi imagen de Buenos Aires el transbordador sobre el Riachuelo, la plaza Irlanda, los jardines de Agronomía, algunos cafés que acaso ya no están, una cama en un departamento de Maipú casi esquina Córdoba, el olor y el silencio del puerto a medianoche en verano, los árboles de la plaza Lavalle. Del país me queda un olor de acequias mendocinas, los álamos de Uspallata, el violeta profundo del cerro de Velasco en La Rioja, las estrellas chaqueñas en Pampa de Guanacos yendo de Salta a Misiones en un tren del año cuarenta y dos, un caballo que monté en Saladillo, el sabor del Cinzano con ginebra Gordon en el Boston de Florida, el olor ligeramente alérgico de las plateas del Colón, el superpullman del Luna Park con Carlos Beulchi y Mario Díaz, algunas lecherías de la madrugada, la fealdad de la Plaza Once, la lectura de Sur en los años dulcemente ingenuos, las ediciones a cincuenta centavos de Claridad, con Roberto Arlt y Castelnuovo, y también algunos patios, claro, y sombras que me callo, y muertos." Entre sus recuerdos naturalmente estaba su paso por Saladillo. No es mi misión con estos breves párrafos, hacer un análisis de la obra de Cortázar, ni de su vida, porque me excede largamente. Es sí hacerle un humilde homenaje, recordarlo, hablar sobre él hoy, a cuarenta y años de su muerte. A veces son los hombres de letras, y los poetas, quienes logran tomar el pulso de la patria, y de su tiempo, con mucha más precisión que geógrafos o historiadores. Esa geografía de aromas, de paisajes, esa geografía de experiencias, esa cronología sin horas pero sí hilvanada con precisos momentos, son menos científicas pero mucho más ricas. En ese breve párrafo bordado de recuerdos, Cortázar, en la piel de Lucas, nos recuerda qué es la patria, y nos recuerda también, pese a haber pasado gran parte de su vida en Francia, que Cortázar es tan argentino como los álamos de Uspallata, el sabor del Cinzano con ginebra en el Boston de Florida, las ediciones a cincuenta centavos de Claridad y ese que caballo que montara en Saladillo. Nacer y morir fuera del país fue tal vez solo una casualidad. Julio Cortázar comentará más tarde respecto a su nacimiento: «Mi nacimiento fue un producto del turismo y la diplomacia». Sobre su muerte ya no puede decir nada. Sus libros, sus escritos, la literatura: hicieron finalmente universal e inmortal a Julio Florencio Cortázar. Saladillo lo ha honrado imponiéndole su nombre a la Plaza de la delegación de Saladillo Norte,".
Carlos Antonio Gorosito, ex intendente Municipal 1991-2015
Saladillo 12 de febrero de 2025
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