Los trabajadores de Fanazul, histórica fábrica de armamento ubicada en el municipio bonaerense de Azul, convocaron a asamblea y se declararon en "estado de alerta permanente". Desde ATE, el gremio que nuclea a los obreros de la planta, aseguraron que "se volvió a encender la alarma".

La historia de la fábrica militar tuvo sus vaivenes desde su fundación en 1946. La planta llegó a ser una de las más importantes de su rubro en Latinoamérica y logró sobrevivir al intento de privatización y vaciamiento durante la década de 1990. Sin embargo, el  28 de diciembre de 2017 el gobierno nacional dictaminó el cierre de la fábrica, despidiendo a 200 trabajadores. Se sucedieron distintas medidas de fuerza durante esos años, como marchas, cortes de ruta, bloqueos y acampes, pero la situación no cambió. 

El primer paso hacia la reapertura de la fábrica fue recién en 2020, cuando el ministro de Defensa, Agustín Rossi, firmó la Resolución 712 con la que le devolvió el uso de la fábrica de pólvora y explosivos de Azul a Fabricaciones Militares. Igualmente, para la reapertura real y puesta en funciones hubo que esperar hasta mayo del presente año. En la actualidad, Fanazul produce explosivos y trabaja en proyectos sobre destrucción de chalecos balísticos y cannabis medicinal.

Vanina Zurita, secretaria del Interior de  ATE Provincia de Buenos Aires, explicó que "pudimos discutir algunas líneas de trabajo de cara al arco político de nuestra ciudad y de cara a la sociedad para, obviamente, defender la fábrica y los puestos de trabajo". En ese sentido, la dirigente remarcó que "estamos en mejores condiciones por tener un convenio colectivo que en los próximos días saldría homologado pero con la clara preocupación de la orientación del próximo gobierno que es que las empresas del Estado deben pasar a manos de los privados".

Para la reapertura de la fábrica (hace tan solo 6 meses) estuvo presente el presidente de la nación, Alberto Fernández. En esa ocasión, el mandatario afirmó que "hay que seguir ingresando recursos a la Argentina, esos explosivos que se exportan son dólares que ingresan: estamos haciendo un buen negocio como país, como sociedad y como argentinos"

Simón Franco (La Plata)