18 de mayo de 2024

General Alvear 11/09/2023

Docentes que inspiran

Por Lis Solé

Un maestro inspirador es aquel que ha dejado una huella decisiva en sus alumnos y en la comunidad donde se ha desarrollado. Es aquel que vive en la memoria de las personas hasta el fin de sus días entre sonrisas y ojos brillantes.

Doris Edith Yaconis es uno de ellos, evocada con mucho cariño por sus alumnos  que la nombran con la voz cascada y la garganta estrangulada de emoción y que representa, en este caso, a muchas docentes que han ejercido y ejercen su profesión con verdadera vocación.

Difícil es saber cuán importante e inspirador ha sido una maestra ya que  la subjetividad siempre está presente y por eso, esta nota se basa en la lectura del Cuaderno de Actuación de la docente,  hallazgo inesperado donde se encuentran los informes de los Inspectores y Directores que la visitaron y evaluaron.

NACIDA EN FRENCH, PARTIDO DE "9 DE JULIO"

Doris Yaconis nació en French, un pueblito encantador del partido de "9 de Julio", hija de Margarita Alomar Piccardo y Santiago Yaconis. Margarita era la última y única hija mujer de los 11 hijos de Rafael  y Margarita, una niña que fue criada por sus hermanos ya que perdió a su mamá desde su nacimiento. Margarita se enamora de Santiago, un joven que trabajaba en la Usina Eléctrica y ante la gran desaprobación de sus hermanos, se va con él a General Alvear para no volver nunca más.

Es así que Doris llega a un pueblo sin asfalto ni torre de iglesia, cuando corría el año 1944, acompañada de sus padres y hermano Jorge, integrándose al alumnado del Colegio Carmen A. Micheo. Allí terminan sus estudios mientras nace un tercer hermanito, José Rafael. Doris y Jorge son los primeros alumnos de la recién creada Escuela Secundaria y al recibirse, primero va Doris a estudiar a Saladillo y  cuando termina, recién va Jorge ya que lo que ganaba Santiago en la Usina no alcanzaba para mantener a dos adolescentes estudiando en la vecina ciudad.

Junto con otras chicas de General Alvear, Doris viajaba en tren y vivía en el Pensionado del Colegio "Niño Jesús".

Como egresada del Colegio religioso de Saladillo, Doris comienza dando clases por un tiempo en el Colegio "Carmen A. Micheo" de Alvear hasta que se casa el 20 de junio de 1858 con Rodolfo Solé. Como él trabajaba en el campo, no duda en acompañarlo tomando un cargo en la Escuela 8 "Fortín Esperanza", centro educativo de la Colonia del mismo nombre donde permanece hasta el año 1970.

Aún sin hijos hasta fines de 1962, Doris se dedica totalmente a su vocación docente, logrando vínculos de por vida con los colonos de la Colonia Vieja quienes las recuerdan con respeto y cariño.

LOS INFORMES DE INSPECCIÓN: FELISA MARTÃNEZ DE GRECO

Todo alumno recuerda la inquietud que originaba la llegada de los Inspectores  a la Escuela por el nerviosismo presente en la maestra que necesariamente iba a ser evaluada y generalmente, con poca amabilidad e indulgencia. Los Inspectores, envueltos en su capa jerárquica criticaban sin reparos la tarea del docente muchas veces con crueldad y dureza.

Se entiende entonces la ansiedad de los docentes ante estas inspecciones que quedaban asentadas de por vida en el Cuaderno de Actuación y en las copias que se elevaban a la Superioridad pero, en el caso de Doris, los informes de los inspectores corroboran las afirmaciones de sus ex alumnos y los antiguos habitantes de la Colonia "Fortín Esperanza" y dibujan a una maestra de gran dedicación, que refleja otra época, pero que seguro inspirará y motivará a los docentes del hoy.

Imposible es escribir todos los informes realizados por los inspectores, por eso, se tomarán algunos de ellos como cuando llega a la Escuela la inspectora Felisa Martínez de Greco, una fría tarde de mayo de 1962.

El informe comienza como todos: "... llego a la Escuela 8 rural a las 14 hallando en sus funciones a la señora Doris E. Yaconis de Solé, directora y única docente" con una inscripción de 30 alumnos de los que constata 29 presentes. Ahí mismo la supervisora sugiere que es  "conveniente la pronta designación de un maestro que secunde la tarea demasiado abrumadora ya que los grados inferiores bastantes numerosos absorben mucho tiempo".

Inmediatamente comienza a evaluar la labor administrativa encontrando: "Todos los estados al día, en orden y prolijos responden a las directivas impartidas en la 1ra. visita" y acota que "el edificio es fiscal y se encuentra en buenas condiciones de conservación e higiene" y que en esos días se "comenzará la pintura del inmueble por parte de la Cooperadora. El ambiente es acogedor y se respira un clima de alegría sana y bienestar. La ornamentación adecuada a la Semana de Mayo complementa otra, la que da color y vida a las paredes".

La señora de Greco pasa a supervisar las Carpetas con el trabajo áulico y destaca que "cuenta con un abundante, variado e interesante material didáctico, tarjetas y juegos educativos" que responden en tiempo y forma con lo sugerido en la anterior visita y destaca la importancia que da la maestra a expresarse con la danza, la poesía o los títeres.

ESTA MAESTRA SE HA GANADO EL CORAZÓN DE LA ZONA

Sin porteros ni segunda maestra, la Escuela estaba rodeada de flores "a cargo del Club de Niños Jardineros que embellecen la entrada" y "Esos mismos niños están preparando la quinta y los almácigos y son ellos los que me informan de su trabajo". 

Con elocuencia, la señora de Greco afirma que esa Escuela "se orienta hacia la Escuela viva, la de la acción, la que "enseña "haciendo" con prácticas vitalizadoras" que van "conformando al hombre de bien, al hombre integral".

En esa segunda visita del año, la Inspectora asistió a una reunión de la Comisión de la Biblioteca y a otra de señoras y señoritas del lugar invitadas por la asesora del INTA  con el fin de "fomentar la conciencia de la organización de la comunidad". 

La Inspectora comenta que en el Taller, durante la confección de un bolso, los participantes demostraban una verdadera camaradería y que vio "mujeres entusiastas con sentido de responsabilidad y deseos visibles de socializarse, de elevar su nivel cultural con distintos recursos", en un grupo numeroso de 16 mujeres que demuestran el "interés puesto de manifiesto y si se suma a esto la crudeza del día que no las ha desalentado" con la asistencia de "madres con criaturas de meses y abuelas acompañando a sus nietas". 

La señora de Greco manifiesta que "aquí hay verdadera comunidad y lo permite una razón fundamental: esta maestra se ha ganado el corazón de la zona. Se ha afincado, ha formado su hogar y vive entre ellos, es un miembro más, quiere a su escuela, por ella se desvela y lucha porque se produzca el milagro de "sentir" deseos de superación".

LA ESCUELA COMO CENTRO DE IRRADIACIÓN DE CULTURA

A pesar de que pareciera que ya está todo dicho, la Sra. Felisa Martínez de Greco agrega: "-La escuela como centro de irradiación  de cultura prepara para el camino para ayudar al individuo a conseguir su propio mejoramiento y un mayor bienestar económico y espiritual.

Los principios cristianos y democráticos que alientan a esta docente son garantías, hacen presentir un futuro venturoso para la Colonia. Nace bajo su amparo un grupo que apoya a la escuela porque ha comprendido que será la fuente del bienestar.

Tiene fe en las posibilidades de la educación y tiende a que el medio circundante se una para la consecución de nobles ideales que conduzcan a la superación  del hombre por sus propios esfuerzos.

Aliento toda iniciativa en favor del bien común. La obra es lenta pero segura estoy que se verá coronada con el éxito más rotundo". 

"ADELANTE SEÑORA: HA SABIDO ELEGIR SU VOCACIÓN"

Las palabras finales son de aliento y de firme convicción:

"-Adelante Señora: Ud. posee el ímpetu de su juventud y sus bellas intenciones serán devueltas en satisfacciones personales. Su mundo, el de la escuela, su dedicación íntegra que se advierte irá afianzándola en su labor, se sentirá segura con su experiencia y verá los frutos. Esta tranquilidad de conciencia que da el deber cumplido reconforta y es empuje para realizar cada día una obra de bien.

Ha sabido elegir su vocación. Su entrega diaria lo dice". 

El informe fue realizado el 17 de mayo de 1962 y elevado a la semana siguiente a la Secretaría de Inspección.

El parecer, la anécdotas personales que a veces no son creíbles, son reconocidas y reforzadas en cada página de ese cuaderno por los distintos Inspectores y Directores que pasaron por la Carrera Docente de Doris Yaconis, y su lectura provocan lágrimas de emoción y orgullo hacia mi madre, la Sra. Doris.

Ojalá la publicación de esta nota, sin egos ni alusiones tergiversadas, sirva para verdadera inspiración de los docentes actuales y un reflejo del accionar de una maestra rural de hace ya más de 60 años como tantas otras han existido y existen en cada paraje y rincón pueblerino y va para ellas su merecido y sentido reconocimiento.

FOTOS:

1. Doris Yaconis con su alumna Inés Capra.

2. 1969. En la Plaza con sus alumnos en el Centenario del Pueblo.

3. Festejando cumpleaños en la Escuela con la comunidad educativa. Algunos presentes: De izquierda a derecha: Doris Yaconis, Marta Limongelli, Ledesma, Zuny Capra, Elsa Zappacosta, Inés Capra, Susana y Marta Arias, Lis Solé, los hermanos Ledesma (Alfredito), Julio Araujo, Rubén Zappacosta, Hugo Solé, Cacho Capra.

4. Doris Yaconis con Martha Limongelli.

5. Las mellizas Arias cumplieron Quince Años. En la foto, de izquierda a derecha, Doris, Marta Arias, Susana Arias, Martita Limongelli, Rubén Zappacosta y Julio Araujo.


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