Sobre el final de la extensa jornada de debate por la Ley ómnibus en el Congreso, un episodio de represión por parte de la Policía federal desató una polémica de tintes políticos: una militante de la UCRfue detenida y el partido exigió respuestas a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Todo ocurrió cerca de las 23 horas, cuando los medios nacionales dieron cuenta de que las fuerzas se llevaban detenidas a cuatro mujeres que, según señalaron, estaban "cantando el himno pacíficamente" como rechazo a la norma que se debatía al interior de la casa de leyes. El diputado nacional Eduardo Toniolli aseguró ser testigo de que las jóvenes "no estaban haciendo nada" y quiso oficiar como abogado de ellas, pero se lo impidieron.

Con el paso de las horas, se supo que una de las detenidas es Ivana Bunge, militante del partido centenario, por lo que dirigentes de esa fuerza comenzaron a reclamar por su liberación.

"La UCR exige la inmediata liberación de la militante de nuestro partido Ivana Bunge y las otras jóvenes detenidas junto a ella en la zona del Congreso por manifestarse pacíficamente", señalaron desde el partido a través de un breve comunicado en las redes sociales.

En ese orden se expresó también el presidente del espacio, Martín Lousteau, quien marcó: "Pedimos al gobierno nacional conocer el estado de la militante radical Ivanna Bunge y las otras mujeres detenidas en la noche de hoy. Exigimos su liberación inmediata".

"Exigimos la inmediata liberación de Ivana Bunge, militante radical que se estaba expresando en la plaza del Congreso ¿cuál es el delito?", cuestionó la diputada nacional Carla Carrizo.

El episodio podría generar un problema al interior del recinto para el Gobierno de Javier Milei, dado que la UCR aportó al quórum para el tratamiento de la reforma que pretende aplicar y adelantó que votará en general, con disidencias en lo particular.

Gases lacrimógenos y heridos: así fue la represión en el Congreso

Con el inicio del debate, que comenzó poco antes del mediodía del miércoles, comenzaron a nuclearse manifestantes de diferentes espacios políticos como así también personas sin afiliación partidaria que expresaron su rechazo a la Ley ómnibus.

Desde el inicio de la jornada, se dispuso un fuerte operativo de seguridad en el que participaron la Policía federal, Gendarmería y Prefectura, que se ubicaron en los alrededores del Congreso, que estuvo vallado.

Con el paso de las horas, comenzó a crecer la tesión con los manifestantes y derivó en corridas, lanzamiento de botellas, de gases y heridos.

Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, cayó tendido en el piso, aparentemente golpeado. "Me golpearon", sostuvo el dirigente, y afirmó que la policía lo golpeó aún cuando estaba tirado en el piso. Según comentó un movilero de ese medio, las fuerzas armadas "tiraron gases lacrimógenos" para dispersar a la gente.

Fuente: Infocielo.