26 de diciembre de 2024

Nacionales 07/09/2023

Del éxito a la inmortalidad: 27 años sin Gilda, la cantante que se convirtió en leyenda

Falleció en un accidente junto a su hija, su madre y tres músicos. A lo largo de su vida lanzó seis álbumes que marcaron una era en la música tropical.

Este 7 de septiembre se cumplen 27 años de la muerte de Gilda, la cantante que se convirtió en un ícono de la música y que perdió la vida en un accidente de tránsito cuando apenas tenía 35 años.

El lugar donde murió, el kilómetro 129 de la Ruta Nacional 12, es al que acuden los creyentes a dejarle mensajes, fotos y objetos a modo de agradecimiento por las promesas cumplidas. Allí se construyó un altar a su persona, donde pueden verse múltiples rosarios, velas y flores. 

En ese sitio, camino a Chajarí, Entre Ríos, Gilda pasó de la popularidad a la inmortalidad cuando en 1996 murió junto a su hija, su madre y tres músicos.

Miriam Bianchi, como era su nombre real, fue una figura icónica de la música tropical y de la cumbia, además de referente de la lucha de las mujeres por ganarse un lugar en una escena dominada por los hombres. 

"Quisiera no decir adiós, pero debo marcharme. No llores, por favor no llores, porque vas a matarme. No pienses que voy a dejarte, no es mi despedida. Una pausa en nuestra vida, un silencio entre tú y yo"

Llevó adelante una corta pero exitosa carrera, logrando discos de oro, platino y doble platino. Una de sus canciones más famosas es "No es mi despedida", cuya letra la cambió unos días antes de su viaje a Chajarí y parecía premonitoria: en ese tema anticipaba su partida y les decía adiós a sus seres queridos.

Aunque la versión de que podía realizar milagros creció luego de su muerte, una de las historias más conocidas sucedió antes de su fallecimiento, cuando, entre el público que asistió a su show en Jujuy en 1994, vio llorar a una nena y, al terminar de cantar, se acercó a ella. La niña le contó que su mamá había estado al borde de la muerte pero que se salvó por escuchar sus canciones.

Previo a su fallecimiento también sucedió que una mujer se acercó a ella en pleno show y le pidió que le tocara la cabeza porque estaba convencida de que así podría curarse de su diabetes. La cantante aseguró que no podía hacer eso, pero la música sí podría ayudarla ya que "cura".

Otra de las versiones que circula está relacionada con un hombre que no podía caminar y, después de haber asistido a un recital de Gilda, volvió a hacerlo con normalidad.

Años más tarde, una célebre historia se dio a conocer cuando un herrero llamado Carlos Maza relató cómo fue el hecho milagroso que le atribuye a Gilda: "Mi segundo hijo nació con cáncer y pocos días antes de la cuarta operación, veo en la tele a una nena llorando que contaba que su madre se había curado con Gilda. En ese momento pensé: ¿Por qué no a mí?".

Maza aclaró que no encuentra "una explicación" para justificar el milagro. "Simplemente me aferré a eso, a prometerle que si mi hijo salía bien yo me iba a encargar de que su lugar estuviera siempre lindo. Hoy pienso que todos tenemos una misión", indicó. 

Así, construyó el galpón donde miles de seguidores de Gilda se acercan a pedirle milagros y agradecerle. Igualmente, aclaró que "no fue mi idea hacer un santuario, sino pagar una promesa que le había pedido".

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