La Fontana di Trevi, la famosa fuente ubicada en la Ciudad Eterna, fue un encargo del papa Clemente XII, para llevar agua a los habitantes del centro de Roma, comenzada a construir en 1732 y terminada en 1762; fue diseñada con estilo barroco, por el arquitecto Nicolás Salvi, él también inició su construcción, pero murió en 1751, entonces la obra quedó a cargo del arquitecto Giuseppe Paninni, quien hizo algunos cambios al diseño original, introduciendo detalles de su propia autoría.

El nombre de esta magnífica obra se debe a la frase "fontana di tre vie", que quiere decir "fuente de tres vías", porque se encuentra en una plaza donde confluyen tres importantes calles de Roma.

La Fontana di Trevi tiene 40 metros de frente, está enclavada en la fachada del Palacio Poli y representa a Neptuno, el antiguo dios romano del mar, apaciguando la furia de los océanos; esta artística obra es visitada actualmente por unos 450.000 turistas cada mes, es decir, estamos hablando de la increíble cantidad de aprox. 5.500.000 visitantes por año.

La costumbre de lanzar monedas a la fuente, inició en la década de 1950, el mito nace en 1954, por la película "Tres monedas en la fuente", basada en la novela de John H. Secondari; en la historia tres jóvenes mujeres estadounidenses, de vacaciones en Roma, lanzan monedas a la fuente pidiendo deseos, para encontrar después, cada una, el amor de su vida; aunque las personas piden cualquier tipo de deseo, no necesariamente amor.

Las monedas son recogidas diariamente por los equipos de limpieza de la ciudad, se recaudan entre €1.000.000 a €1.500.000 cada año, esos dineros son administrados por la organización católica Cáritas, para obras de caridad y beneficencia alrededor del mundo.

Si se están preguntando si ocurren robos de monedas, les diré que en mis lecturas e investigaciones, encontré que eso ocurre, no con frecuencia dichosamente; el último caso conocido es el de un hombre que al ser atrapado, confesó haber robado monedas durante 34 años, fue arrestado y poco tiempo después liberado, volvió a robar y fue preso otra vez, estando en libertad murió en 2013.

Habrá quienes piensen que las personas que no obtuvieron su deseo después de lanzar sus monedas, fue porque el ladrón las robó del fondo de la fuente

Recopilación e investigación

Eitel Alberto Valerio López 

Fontana di Trevi, Roma, Italia.