Nacionales 31/03/2025
Newell's le ganó con los goles de Herrera y Lollo en el primer tiempo
A Newell's le salió todo bien: metió un gol en el arranque, cerró el primer tiempo con otro tanto, zafó de un penal, manejó los tiempos, tuvo a la gran figura de la cancha, Ever Banega, y luchó todo lo que le exigían las circunstancias (muy buen trabajo de los centrales), cuando Boca fue desesperadamente a tratar de cambiar la historia o al menos achicar las distancias. Solo le faltó un poco de precisión para definir jugadas favorables que pudieron darle un triunfo más abultado.
A Boca le salió todo mal. Cometió muchos errores no forzados en defensa, debió salir Ander Herrera, que venía de una lesión, malogró un penal y terminó dejando una imagen muy pálida, similar a la del comienzo del torneo, antes de la racha positiva que le había permitido llegar a la punta, ahora perdida.
Newell's, como se dijo, llegó al partido con un gol bajo el brazo. Sacó largo Navas, cabeceó González anticipando a Di Lollo, y Herrera, con Blondel a sus espaldas, picó la pelota sobre la salida de Marchesín. Simple y efectivo.
Y cerró el primer tiempo con otro gol. Tiro libre de Banega apuntándole a la cabeza de Lollo, que estaba solo, le dio con el parietal derecho y clavó la pelota contra el palo ante la mirada de impotencia de Marchesín. Otra vez simple y efectivo.
Entre un gol y el otro Boca empezó a manejar la pelota, pero sin mucha movilidad, sin pases filtrados, obnubilado cuando se aproximaba al área rival. Tuvo el control del balón pero no le provocó ningún revolcón al bueno de Navas.
Fue tan flojito lo de Boca en la primera mitad que Gagó empezó a sacudir el banco. Sacó a Blondel, Di Lollo y Delgado y puso a Herrera, Battaglia y Advíncula, y un rato más tarde ingresaron Zeballos por el lesionado Herrera y Merentiel por Velasco. Terminó jugando con un ejército de delanteros sin retaguardia. Expuesto a que fusilaran a Marchesín, y sin crear claras situaciones de gol. Es más, el penal fue más un invento de Cavani que una falta real.
El equipo rosarino, jugando de contra y a favor de la locura xeneize, tuvo situaciones muy claras que no se le dieron por las buenas atajadas de Marchesín, y por las ayuditas que le dieron los palos.
En el Parque Independencia, como era lógico, se desató una fiesta grande, mucho antes del pitazo final, ya que todos sabían que nada podía empañar la gran noche, después de tanta malaria y tanto sufrimiento. En las primeras fechas andaba chapaleando en el barro de las últimas posiciones, y ahora ve que con optimismo que la ruta puede llegar a clarificarse.
Boca, entretanto, sabe que retrocedió varios casilleros.
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