9 de julio de 2025

Locales 09/07/2025

Las palabras del doctor Héctor Taborda

Discurso del 9 de julio de 1916

9 de julio de 1916. En el discurso de las Fiestas Julianas, Taborda decía:

"Señoras y señores

Por una feliz coincidencia, a un mismo tiempo celebramos hoy el Centenario de la Jura de la Independencia y el segundo aniversario de la Escuela Normal Popular de Saladillo. 

Conmemoramos en una misma fecha el triunfo de dos ideas básicas, la patria y la educación, dos ideas que se complementan como las dos mitades de una misma esfera. Porque no concebimos una patria, en el alto sentido intelectual y moral de esta palabra, sin una buena educación pública, y tampoco concebimos una educación pública sólida, con arraigo en el alma nacional, sin un sentimiento patriótico férvido que la inspire, que la impulse, que la fecunde.

Señoras y señores; 

Saludemos con respeto la decisión de aquellos varones, poniéndonos de pié en homenaje a su memoria.

La espada supo dar cuenta de aquel compromiso y la patria fue. Tuvo suelo y gobierno independientes, tuvo un pueblo ligado por el mismo hermoso idioma, tuvo gloriosas tradiciones, tuvo grandes hombres que la honraron con su talento y con sus virtudes, y una bandera que jamás cobijó en sus pliegues la ambición del conquistador ni la deslealtad a la fé jurada en los pactos internacionales.

Pero la patria no es aún tan independiente como la creemos. Y esta es nuestra empresa, la difícil empresa que debemos acometer para completar la obra de los que nos independizaron geográfica y políticamente. No basta el suelo extenso, hermoso y feraz; no basta la constelación de grandes hombres; no basta haber llevado la libertad a otros pueblos hermanos; no basta haberse librado de una tiranía execrable y reorganizado el país con ímpetu pasmoso. Nó. Todo eso que, por cierto, es mucho ya, nos viene del esfuerzo de las generaciones que nos precedieron. En su febril empeño de constituir el país, realizaron lo esencial, tuvieron que tallar las primeras grandes facetas en el bloque informe de la surgente nacionalidad. Comprendieron que urgía dar una forma, siquiera a grandes rasgos, a la nueva nación, y a fé que los escultores se portaron bien, manejando el cincel con acierto y vigor admirables. Y así nos ha llegado la obra, imponente y bella, aunque bien se ve en algunos de sus vastos lineamientos, que los obreros trabajaron apurados bajo la obsesión patriótica de verla terminada en sus propias cálidas manos. Compatriotas, empuñemos el cincel y el escoplo y prosigamos la obra que nos dejaron nuestros antepasados.

Somos independientes por el suelo y por la organización política. Pero aún tenemos que independizarnos por la ciencia, por la industria, por el arte, por la educación pública. La independencia que nuestros antepasados conquistaron, fue ante todo efecto de la espada y después el fruto de los hombres de pensamiento que asentaron los primeros basamentos del vasto edificio. Aquello fue creación rápida, gesta súbita, como la primera erupción violenta del volcán que recién levanta su cono flamígero sobre el horizonte. A nosotros nos toca afrontar la tarea de perfeccionamiento y depuración. Tarea sin brillo épico, más tarea abnegada, de un heroísmo reconcentrado, de esforzada perseverancia, en la cual el rendimiento de la labor individual y colectiva se mide más por la asidua acumulación de granitos de arena, que por chispazos de fragua o la remoción de grandes bloques que ya fueron asentados.

Cuando nos decimos independientes, pensemos pues, que todavía no lo somos del todo y que lo que en tal carácter poseemos lo debemos a nuestros predecesores. El amor a nuestro país debe consistir positivamente en continuar el esfuerzo de nuestros antepasados, mejorando la obra que nos dejaron."

HECTOR A. TABORDA  (1.880 - 1.917)


Copyright © 2015 | La Síntesis - El primer diario digital de Saladillo