8 de julio de 2025

Nacionales 04/07/2025

A 20 años del histórico fallo "Simón" que permitió juzgar a represores: mil condenados y 600 sentencias

Qué pasa con los juicios de lesa en el Gobierno de Milei

La abogada y magíster en Derecho Internacional de los Derechos Humanos y presidenta de la Comisión Directiva del CELS, María José Guembe, recordó en la 750 su formación y los obstáculos que hubo que sortear hace dos décadas para avanzar en las condenas por lesa humanidad.  La abogada y magíster en Derecho Internacional de los Derechos Humanos y presidenta de la Comisión Directiva del CELS, María José Guembe, realizó un balance de los juicios de lesa humanidad a 20 años del fallo Simón, la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que declaró la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

Según la letrada, el balance es "positivo" aunque fue un "proceso muy largo", ya que "fue muy largo llegar a los juicios".

"Veníamos de los juicios por la Verdad, en un largo trayecto de impunidad que de a poco fuimos resquebrajando, desde el CELS y con todas las organizaciones de Derechos Humanos", afirmó en la 750.

Por esta razón, la presidenta de la Comisión Directiva del CELS aseguró que "desde el fallo Simón y la apertura de todos los juicios es imposible decir que esto no de un balance positivo, aunque fue un camino muy difícil, con un montón de obstáculos".

"Si bien los juicios arrojaron 1.201 condenas y alrededor de 600 sentencias, también hubo que sortear varios obstáculos para llegar a eso", aclaró.

El Estado se aparta como querellante en juicios de lesa humanidad

Por otra parte, señaló las dificultades que sortean los procesos hoy en día, en un contexto de negacionismo que baja desde el Gobierno y un desmantelamiento de los organismos estatales de Derechos Humanos.

A principios de este 2025, el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, declaró que la denuncias que indican que los sitios de memoria están en riesgo son "falacias" de los organismos que se "presentan como defensores de los derechos humanos", al mismo tiempo que reconoció que hay áreas del Archivo Nacional de la Memoria (ANM) que están prácticamente desguarnecidas por los despidos.

No obstante, meses después el presidente Javier Milei degradó la Secretaría de Derechos Humanos a subsecretaría. Mientras tanto, persisten los discursos negacionistas que bajan desde lo más alto del poder político. 

El gobierno también puso al Museo Sitio ESMA, patrimonio de la humanidad, y al Archivo Nacional de la Memoria como "unidades" del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos". Y, por último, le quitó autonomía y autarquía al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).

Asimismo, a lo largo de la gestión de Baños, los abogados querellantes del Estado en juicios de lesa humanidad quedaron en menos de la mitad. La motosierra comenzó en 2024, cuando la gestión negacionista despidió a cuatro abogados y abogadas. Durante enero, fueron eliminados cuatro puestos más del equipo jurídico que comenzó el año con 26 abogados y abogadas y en la actualidad quedaron 17, algo que impactará de lleno en el desempeño del Estado en el proceso de juzgamiento a genocidas: Córdoba, La Rioja, Catamarca, Salta, Corrientes y Mendoza se quedaron sin quien asuma la tarea de querellar en nombre del Gobierno argentino. En Mendoza y en Bahía Blanca, la Secretaría de Derechos Humanos nacional abandonó su querella en medio de dos debates orales en curso.

El peligro del ajuste en Derechos Humanos

"Aunque los juicios avanzan, hoy no hay tantos recursos involucrados en el seguimiento de los casos. Hoy no está la Secretaria de Derechos Humanos, que era un aporte fundamental en algunas jurisdicciones donde los organismos no somos tan fuertes", dijo Guembe. 

"Todos los dispositivos que acompañaban a los juicios y eran muy importantes hoy no están, al menos los que dependían del Poder Ejecutivo. Se desarmaron a la par de las políticas de Memoria, de Verdad, de reparación. Todo este desmantelamiento afecta a los juicios", agregó.

Por último, recordó que el trabajo con las historias de las víctimas de la dictadura fue, "por un lado conmovedor y, por el otro, enriquecedor".

"Me formé al lado de esas personas luchadoras, como las Madres de Plaza de Mayo, con quienes más trabajé y con otros familiares que estaban en el CELS. Para mi fue absolutamente determinante en mi carrera profesional mi contacto con ellos. Hubiera dejado el Derecho si no lo hubiera canalizado por ese lado", destacó.

"Y todo el desarrollo de los juicios fue muy instructivo, porque hubo que generar todo un conocimiento como para llevar juicios de lesa humanidad, algo que ahora nos parece tan normal decirlo pero en su momento hubo que construirlo", cerró. 

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